En los viajes ancestrales, ya contuve la visión líquida que nos ofrece nuestros océanos puros. Muchas veces confundimos los surfaris con encontrar la ola perfecta, sin embargo, mi obsesión siempre ha sido encontrar a las personas perfectas. Esos compañeros, que te muestran, te enseñan y aportan sus conocimientos para tu propia proyección personal. Y más, cuando todo fluye de manera sencilla, sin brusquedad. He aquí mi reconomiento personal e inequívoca, que nos acogieron, a mí y a mis compañeros en nuestro viaje ancestral. Gracias de verdad a: Alex (el compositor de la canción que os dejo abajo), Rafa, Mikel, Ainhoa (dale caña, motivación total), Dani y tantos otros que me dejo en el tintero. Ellos comporatieron sus olas, yo desde éstas humildes líneas les regalo mi propio reconocimiento y el de mis compañeros. Todo ésto, resume un surfari a la perfección, con la canción que escribió Alex:
" Tan solo una gota, salvo nuestra sequía y ahora nado por tu alma, en busca de respuestas, más te quiero y no sirve de nada, puta utopía.
Sólo me queda el mar, cabalgando por sus crestas, bla, bla, bla... Me dijo mi sombra cuando me acercaba a tí.
Tan sólo una gota, tan sólo una gota.
Rebotó la vida de mi eco y por más que busco no encuentro el hueco, bla, bla, bla... gota a gota, gota a gota.
Laberinto de agua, laberinto seco."